Tres palabras. Siempre busco tres palabras que describan -apenas verlos- los vehículos que tengo el privilegio de probar. Y al final, cuando les digo adiós, me fijo si esas tres palabras aún resuenan en mi…
Mis tres palabras iniciales para el Audi A8 2019 fueron: lujo, tecnología y diseño. Y, agrego que en lo personal, creo que cae dentro de la categoría de obra de arte por la delicadeza con la que ha sido ejecutado cada elemento del diseño.
El Audi A8 2019 -parte de la cuarta generación de este modelo– llega a nosotros completamente rediseñado, con un nuevo motor V6 y con novedades tecnológicas propias de un auto de alta gama. Su respuesta -aceleración, frenada, agarre en las curvas- es impecable y la comodidad y amplitud en la cabina, estupendas. Pero entremos en más detalle en este sedán que pasa de 0-60 mph en apenas cinco segundos y medio.
Cuando me subí al Audi A8 pensé que sería estrictamente un sedán de lujo. Sin embargo, me sorprendió con su respuesta un poco más deportiva. Mi modelo de prueba llevaba neumáticos All-Season con llantas de 19”, ofreciendo buen agarre y además, transmitiendo seguridad y solidez en cada movimiento, pese al tamaño y peso del auto.
Las butacas son increíblemente cómodas, tanto en la primera como en la segunda fila de asientos. En el caso de la butaca del chofer, hay 22 opciones posibles para ajustes, con lo que encontrar una posición ideal de manejo está casi garantizado. Es un vehículo en el que encontrará calefacción y ventilación en los asientos y si agrega el paquete opcional Executive Rear Seat Comfort, podrá contar incluso con masajeador y reposa pies en los asientos traseros y hasta con DVD. Además, los pasajeros en las asientos traseros tendrán su propio control manual para ajustar las posiciones de las butacas, encontrando la posición confortable que les permita sentir la paz que transmite una cabina en la que encontramos cuero Valetta y detalles en cuero de Nappa.
El hecho de poder encontrar una buena posición de manejo ayuda con el tema de la visibilidad, que por otra parte es buena gracias a pilares finos que dan una panorámica mayor, y a una cámara de 360 grados que contribuye particularmente en los movimientos en retroceso.
La apertura de las puertas es generosa, con lo que entrar y salir del auto es tarea sencilla. Eso sí, ayuda si lateralmente hay espacio para abrir las puertas completamente. Si no es el caso, el ingreso o salida -sobre todo en la segunda fila de asientos- puede ser un poquito más desafiante.
Al tratarse de un vehículo que lleva en sus siglas la letra L, nos encontramos ante un Long-Wheelbase. Esto significa que es largo, y en este caso, eso se traduce en el espacio que encontramos en la cabina. No falta sitio para estirar las piernas -tanto adelante como atrás- e incluso una persona más alta que el promedio, puede sentir la amplitud y el “aire” entre su cabeza/hombros y el techo del vehículo.
La suspensión absorbe las irregularidades del camino siempre que no hablemos de un asfalto un poco más rudo de lo habitual, y el aislamiento del sonido exterior no está mal, si a uno le gusta mantener contacto con el mundo sin quedar completamente aislado.
Los controles, sofisticados en un auto repleto de innovación tecnológica, están al alcance de la mano. La integración de los sistemas de información, entretenimiento y navegación, es buena y la mayor parte de las funciones son intuitivas y controlables a través de una pantalla táctil doble en el centro de la consola. Sin embargo, la oferta y las posibilidades son amplias y al menos en mi caso, poder entenderlas, requirió hacer el tiempo para investigar y aprender qué me ofrecía este Audi. El panel de instrumentos digitales, por otra parte, se parece mucho a otros modelos de Audi que ya había probado y el hecho de estar familiarizada ayudó a que le proceso de operación fuese sencillo.
Los materiales, como es de esperar en un lujoso Audi, son de excelente calidad y el diseño combina elementos como la madera y el cuero con la innovación tecnológica y algunas líneas más bien minimalistas dando como resultado un perfecto balance que agrada a la vista, que es práctico y que al mismo tiempo nos sumerge en una experiencia para coquetear con nuestros sentidos.
En la cabina existen espacios para colocar pequeños objetos y apoyar nuestra bebida. No abundan, pero son suficientes para colocar las llaves, los lentes de sol o el móvil. Lo mismo vale para el espacio en el maletero, que sin ser inmenso –12,5 pies cúbicos-, es suficiente para un par de maletas medianas si nos vamos a un viaje de fin de semana. A tener en cuenta, los asientos traseros no son abatibles con lo que ese espacio posterior no puede ampliarse.
En mi Audi A8 para la prueba tuve un sistema de audio (es como ir con la filarmónica abordo), Bang & Olufsen con 23 parlantes -incluyendo Acoustic Lens Technology– que ofrecía extraordinaria calidad de sonido (1.920 watts y Surround System 5.1). El vehículo es compatible tanto con Apple CarPlay como con Android Auto y la instalación del teléfono móvil es muy simple. Cuenta además, con un cargador inalámbrico para el móvil y cuatro puertos USB, dos en cada fila de asientos.
En materia de tecnología el sistema Audi MMI ha sido rediseñado y ya no se controla con perillas y botones, sino a través de una pantalla digital que combinada con comandos por voz ofrece diversas posibilidades. Este sistema se combina con dos pantallas, la superior, de 10.3” con funciones compatibles con los móviles inteligentes, en la que se puede disponer de los iconos de forma personalizada, y otra, inferior, de 8.6” en la que están propiamente los controles digitales, que puede programarse con hasta 32 shortcuts de las funciones que uno usa con más frecuencia.
También me gustó el nuevo mapa de navegación que gracias a HERE, nos sugiere caminos alternos para llevarnos a destino escogiendo las mejores rutas. Por supuesto, el cockpit virtual con su display de 12,3” nos brinda gráficos e información impecables y es totalmente controlable desde el volante.
Este Audi A8 cuenta también con el sistema PreSense 360 -para protegernos en caso de colisión inminente-, sistema de control de velocidad crucero adaptativo, sistema de reconocimiento de voz y la cámara de 360 grados.
El Audi A8 2019 se ofrece en un solo modelo, L, que cuenta con un motor turbo V6 de 3.0 litros, que produce 335 caballos de fuerza y 369 libras por pie de torque, combinado con una transmisión automática de ocho velocidades, que es parte del sistema Quattro –All Wheel Drive– de Audi. Hay además, un generador de arranque de 48 voltios que recupera energía en la frenada y que permite ahorros en materia de consumo. De hecho, ese sistema, que permite encendido y apagado automático, es apenas perceptible, algo que rara vez consiguen los fabricantes.
La cabina cuenta con cuatro zonas de temperatura ajustable, la tapicería es de cuero, hay memoria para las posiciones de manejo y de butacas, techo panorámico, volante telescópico y posee protectores solares. Por supuesto, Bluetooth está disponible y hay radio satelital. Entre los paquetes opcionales disponibles, se encuentran el ya mencionado Rear Seat Comfort y el Rear Seat Connectivity que incluye dos displays estilo tableta en la segunda fila de asientos. Si desea agregar lujo, puede decantarse por el llamado Executive Rear Seat Comfort que añade las mesitas plegables estilo avión y la función de apoya pies y masajeador.
El paquete Executive, ofrece las butacas delanteras multicoutour -con ventilación y función de masaje-, calefacción en el volante, cámara con visión cenital y sistema PreSense básico, que prepara al auto -incluyendo tensión de los cinturones de seguridad- para colisión inminente y sistema Audi Side Assist que nos advierte de tráfico posterior cruzado y permite recarga inalámbrica de nuestros móviles. Otras ofertas en materia opcional permiten agregar control adaptativo de velocidad crucero, alerta al desviarse de la línea de manejo, y detalles lujosos en la cabina como luz ambiental, filtro con control de fragancia, superficies adicionales forradas en cuero y detalles gamuzados con pespunteados especiales.
En cuanto a la seguridad, además de los sistemas ya mencionados, encontramos Intersection Assist, que permite al conductor evitar colisiones a baja velocidad, brindando apoyo con aceleración, frenado y navegación en general, cuando transita uno en medio de congestionamientos o zonas en construcción en las que la visual no es siempre óptima. También se ofrece Emergency Assist, que detecta cuando el chofer no responde y detiene el vehículo, poniendo luces de emergencia y emite una señal de SOS para asistencia inmediata. La cámara de 360 grados con toma cenital apoya las maniobras de estacionamiento y retroceso con imágenes 3D y el sistema Exit Assist, detiene nuestra maniobra de abrir la puerta si detecta que se nos aproximan un vehículo o una bicicleta con las que pudiera haber un incidente.
El consumo de combustible se ubica en 19 millas por galón en la ciudad y 27 millas por galón en la carretera.
Mi vehículo de prueba fue ensamblado en la planta de Neckarsulm, Alemania y la mayor parte de las piezas eran de origen alemán (55%) y húngaro (16%). El motor provenía de Hungría y la transmisión de Alemania.
El precio del Audi A8 2019 arranca en los USD 85.280 y el modelo que tuve para la prueba, incluyendo opcionales, llegaba a los USD 101.095.
¿…Y fueron las tres palabras con las que despedí al Audi A8 las mismas con las que lo recibí? Difícil reducir a tres… pero si tuviera que quedarme con tan pocas, sin duda las volvería a elegir y agregaría una sensación de sorpresa permanente al encontrar en cada manejo, nuevas funciones, más tecnología, detalles de diseño que impresionan y la calidez de un producto que trabaja en función de que tengas una vida mejor, más cómoda y siempre agradable.
Si desea más información sobre este u otros vehículos de Audi, por favor visite: Audi USA.
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